"Transformar la universidad para transformar la sociedad"
Por: José Luis Fiallos
B.
Ana
Isabel Díaz P.
Ramiro Morejón V.
En el contexto de ascensión de la aristocracia
guayaquileña y el auge del poder agroexportador se crea la Universidad de Guayaquil
en 1867. Pensada para que las élites -del que ya era el principal puerto del
Pacífico y el mayor astillero exportador de maderas y cacao- se eduquen como
médicos o abogados.
La política colonial del imperio español y el
centralismo de la época habían impedido que Guayaquil, durante la colonia y los
primeros decenios de la independencia, contara con una Universidad.
Hoy, 145 años después, las cosas no han cambiado
mucho. Esta universidad se quedó varada en el eslabón mercantilista que atrapó
a la educación superior mundial.
Corrupción, malversación de fondos, irregularidades
académicas, precarización laboral es lo que caracteriza a la Universidad de
Guayaquil. De los 3.501 profesores, 63% poseen título de tercer nivel, 37%
nivel de maestrías y menos del 1% tiene formación de Ph.D. Solo el 2% de los
docentes se dedicaba a tiempo completo.
Asimismo, esta Universidad violó el derecho de acceso gratuito a la educación superior pública -contemplado en la Ley Orgánica de Educación Superior- al cobrar a sus estudiantes valores relacionados con cursos y otros rubros que eran depositados en cuentas ajenas a la institución.
Asimismo, esta Universidad violó el derecho de acceso gratuito a la educación superior pública -contemplado en la Ley Orgánica de Educación Superior- al cobrar a sus estudiantes valores relacionados con cursos y otros rubros que eran depositados en cuentas ajenas a la institución.
Estos hechos, en apariencia inconexos, dan cuenta
de una realidad. A nivel de la Universidad de Guayaquil, las denuncias
universitarias, si bien tenían como eje fundamental una crítica radical a
la propia universidad, a la vez estaban cuestionando la economía y la sociedad
guayaquileña en su conjunto, pues la praxis universitaria es el espejo de la
praxis socioeconómica de un territorio, según René Ramírez, Presidente del
Consejo de Educación Superior.
La Universidad de Guayaquil registró un exceso en
gastos administrativos que asciende al 70% del total de sus recursos. Esto
frente a “una casi nula inversión en investigación científica”, según el CES.
Estas irregularidades motivaron a la intervención,
que no implica el cierre de la Universidad, ni el cese de sus labores.
A continuación una crónica fotográfica trabajada por José Fiallos, narración que da cuenta de las expresiones de compromiso, angustia, satisfacción del deber cumplido, caos y vuelta a la calma en la Institución porteña.
¡Así la Universidad ecuatoriana se redefine como un bien público y social!
A continuación una crónica fotográfica trabajada por José Fiallos, narración que da cuenta de las expresiones de compromiso, angustia, satisfacción del deber cumplido, caos y vuelta a la calma en la Institución porteña.
¡Así la Universidad ecuatoriana se redefine como un bien público y social!
Reunión del Pleno del CES donde se decidió la intervención de la U.
René Ramírez, Presidente del CES (centro); Francisco Cadena, Presidente del CEAACES (derecha); y, Marcelo Calderón, Secretario General del CES
Interventores de la Universidad de Guayaquil
Autoridades imprimiendo el decreto de la intervención
Marcelo Calderón imprimiendo el decreto
Marcelo Calderón termina de imprimir el decreto
René Ramírez ingresando a la Universidad de Guayaquil
René Ramírez entra a la U. de Guayaquil
René Ramírez es entrevistado por los canales de televisión
René Ramírez dando declaraciones para los medios de comunicación
Estudiantes de la U. de Guayaquil esperan afuera de su institución
René Ramírez junto a Carlos Cedeño, rector de la U. de Guayaquil
Reunión de autoridades de la U. de Guayaquil y del CES
René Ramírez saliendo de la U. de Guayaquil
René Ramírez saliendo de la U. de Guayaquil
René Ramírez conversando con los estudiantes de la U. de Guayaquil
René Ramírez saliendo de la U. de Guayaquil
René Ramírez deja los predios universitarios
Expresión de la ciudadanía ante la intervención
¡Así la universidad ecuatoriana se redefine como un bien público y social!
ResponderEliminar