viernes, 8 de noviembre de 2013

Si no fuera 3D, sería 3M por Metallica, Through the never

Por: Ramiro Morejón V.



Todos, en algún momento, hemos tenido la oportunidad de ver en vivo a una de nuestras bandas de rock favoritas; es una ley de todo rockero que se respeta: asistir, al menos, a un concierto, sea donde sea.

Este encuentro, para un amante de la música, representa una de las mejores experiencias de la vida y está lleno de anécdotas, cervezas, humo de cigarrillo, peripecias, largas filas, pogos, resacas, etc.

En Ecuador nos queda aún ese amargo sabor en la boca de no ver en vivo a Metallica, pero la magia del cine 3D nos da una dulce probadita del espectacular sonido, virtuosismo y show que brinda esta banda originaria de Los Ángeles; algo muy cercano a ver en vivo y “cerca” a estos músicos gigantes del rock.

Metallica, Through The Never es la aventura cinematográfica –y bien acertada obra del séptimo arte- que emprendieron James Hetfield, Lars Ulrich, Kirk Hammett y Robert Trujillo, bajo la dirección de Nimród Antal, que en esta ocasión presenta su quinto film, tras Kontroll (2003), Vacancy (2007), Armored (2009) y Predators (2010).

Este film “tres dé” presenta a Trip, un roadie de Metallica, que es encargado de realizar una operación urgente mientras la banda da uno de los mejores shows que el mundo del rock puede haber visto, me refiero a cruces blancas saliendo del piso, tiroteos en medios del escenario, la dama de la justicia siendo destruida por las notas estridentes de Hammett o el bajo de cinco cuerdas de Trujillo y la destrucción del escenario por la fuerza de un martillo, que en esta caso no es Thor, sino el espíritu de un joven que se enfrenta a una de las calamidades más extrañas de la vida. Sí, al estilo de Metallica.

Trip se sumerge en una aventura surrealista para conseguir una bolsa –con un contenido desconocido- que requiere la banda de Hetfield. Si bien es cierto una pequeña historia dentro de los 16 temas que ejecuta la banda traza el hilo conductor del concierto. Esta historia ofrece diferentes lecturas. Lo que es irreductible son los potentes temas a los que ya nos tenía bien acostumbrados Metallica.

El final es bastante interesante –más no lo revelaré-, donde la muerte, tema universal literario y cinematográfico, adquiere un gran significado en el film y una dimensión emotiva para el universo de Metallica, cuando la banda, en un encuentro privado, sin público, únicamente con Trip como audiencia, interpreta Orion.

Un concierto único como este en 3D es brutal. Fantástico. Nunca se les tendrá a los Metallica tan cerca –y a la vez tan lejos, obvio-. Este formato del cine permite ver las arrugas de Ulrich, el tatuaje de un cráneo con alas en el cuello de Hetfield, el cabello mojado de Trujillo agitándose en cada riff y los detalles de la guitarra de Hammett. Incluso podrás sentir los imponentes 1.85 de estatura del vocalista de la banda. Impresionante.

Los temas que ejecuta la banda son a los que, de alguna manera, ya nos tenía acostumbrados, lo que no es tan malo, pues Metallica siempre nos ha tenido preparados para un viaje musical por sus distintas épocas y con pocas sorpresas. Y sí, nos ha gustado.

Los temas que toca la banda en Metallica, Through the never son:

The Ecstasy of Gold
Creeping Death
For Whom The Bell Tolls
Fuel
Ride The Lightning
One
The Memory Remains
Wherever I May Roam
Cyanide
...And Justice For All
Master of Puppets
Battery
Nothing Else Matters
Enter Sandman
Hit The Lights
Orion

Después de una experiencia de este tipo, tan cercana y lejana a la vez, claro, por el cine 3D, a uno no le queda más que desempolvar los discos de Metallica, alzar el volumen al máximo, cerrar los ojos y volver a ver a los cuatro “metallicos” nuevamente a pocos metros de nuestras sillas.




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